sábado, 11 de julio de 2015

LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO AL ECUADOR




La visita del Papa Francisco a Ecuador



Cuando llego el día tan esperado de la visita del sumo pontífice de la iglesia católica después tres décadas cuando vino el papa Juan Pablo II a nuestro país. Su recibimiento estuvo marcado por la euforia y alegría de todos los ciudadanos, porque su visita significaba mucha paz, al duro y amargo  momento político que estaba atravesando el país.

Pese a ello su primer mensaje cuando piso suelo ecuatoriano, fue muy claro la importancia del amor y de la unión de todos. Luego de ese cálido recibimiento se dirigió a la nunciatura apostólica para descansar pero todo ese trayecto parecía muy extenso solo que no contaba que el amor de la gente hacia él se sentía en toda la vía, la gente salía a su encuentro con pancartas, vivas y pétalos de flores que en el aire se esparcían en la caravana  papal.

Se esperaba al siguiente día de su llegada, con gran esmero la primera misa campal en el Parque Samanes en la bella ciudad de Guayaquil, donde asistieron miles y miles de personas que quedaron maravillados con su mensaje central, la unión de la familia como núcleo de esta sociedad.

Luego, en la ciudad de Quito de la misma manera en el Parque Bicentenario acudieron un sin número de fieles católicos  de todo el Ecuador y de otros países a la otra misa campal para escuchar el llamado que nos hizo, para que cambiemos una sociedad que cada vez está fallando mucho a un ser supremo que está en cielo.  Como el mismo Papa Francisco dijo hay que cumplir con cada una de  las doctrinas que Dios nos dejó y haciendo el bien sobre todo brindando amor a nuestro prójimo.

Después de estos tres días de visita local y cumpliendo con toda su agenda destinada para nuestro país se dirige hacia su siguiente parada el país del antiplano Bolivia y Paraguay posteriormente. Dejándonos una enorme paz en nuestros corazones  y un mensaje muy claro de amor que debe regir siempre a toda la familia, como eje central para cambiar una doctrina de falsedad y miseria de valores, la inclusión del adulto mayor como fortalecimiento de esas bases de la cual se conforman todos los hogares.

Considero que el cambio está dentro de nosotros mismos, para dignificar una sociedad y sobre todo llevar a flote lo que Dios nos dejó como regalo este mundo, el Papa Francisco solo es su delegado en la tierra que debe tratar de que seamos mejores seres humanos cada día vividos en el respeto y amor de nuestras creencias sin dañar al prójimo al contrario y creo que con esta visita gran parte de ello se ha cumplido porque en muchos de los corazones quedo calado el mensaje doctrinal del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.


Ecuador se despide con esta frase: “Hasta pronto Papa Francisco, gracias por sus maravillosos mensajes y enseñanzas.”

RM.

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